Nada como un buen vaso de horchata bien fresquita en verano, verdad? Pues, con una de las bebidas preferidas en verano como es la horchata, traigo una tarta muy refrescante, de lo más sencillita de preparar y sin horno, pero lo mejor, es que te va a encantar, ligerita y muy rica!
Ingredientes : ( para molde de 20 cm.)
200 gr. de Galletas tipo «Maria» ( un tubo)
90 gr. de Mantequilla sin sal
1 Litro de Horchata
10 Quesitos o 200 gr. de queso tipo «Philadelphia»
2 sobres de Cuajada
80 gr. de Azúcar ( unas 7 cucharadas soperas )
Elaboración :
Lo primero, vamos a triturar las galletas con un procesador o en una bolsa tipo «Zip» y machacalas con un rodillo hasta reducirlas a polvo, mezclando con la mantequilla ya derretida. Vertemos la mezcla en el molde aplastando la base con una cuchara o vaso para que nos quede una mezcla compacta y uniforme, que reservaremos en el frigorífico.
Llenar un tazón con horchata y disolver en ella los dos sobres de cuajada y reservar. En un cazo o olla calentar el resto de la horchata a fuego medio, junto con los quesitos y el azúcar, removiendo constantemente para que no nos queden grumos, seguidamente le añadiremos los dos sobres de cuajada ya disueltos y justo cuando empiece a hervir, retiraremos del fuego.
Sacamos el molde del frigorífico y verteremos en el suavemente sobre una espátula o el dorso de una cuchara la mezcla anterior, la dejaremos que se enfríe y una vez fría, la colocaremos dentro del frigorífico un minímo de 8 horas o mucho mejor, tanto por consistencia como por sabor, de un día para otro. Solo quedará disfrutarla, esos sí, bien fresquita!